Alrededor de 300 activistas se reunieron frente a la galería East Side para evitar la demolición de una de las atracciones turísticas europeas más populares. Los manifestantes llevaban pancartas, una de las cuales decía: "¿La cultura ya no tiene ningún valor?", al parecer estaba dirigida a las autoridades locales.
Ante los ojos de la multitud, los obreros lograron tirar un metro y medio del muro, enfureciendo al público. Cuando los manifestantes se enfrentaron con la Policía, se registraron varias detenciones.
Los manifestantes califican la demolición de "acto directo de la destrucción a una obra de arte". Algunas de las pinturas en el Muro de Berlín, que recuerdan acontecimientos legendarios de la historia como el beso de Leonid Brézhnev (líder de la URSS) y Eric Honecker (lider de la RDA), se ven amenazadas si el trabajo sigue adelante.
Los activistas y artistas que dejaron sus pinturas en el muro han lanzado sus peticiones en contra de la demolición, insistiendo en que se trata de violar sus derechos de autor.