El coche, que fue elaborado en cooperación con la compañía rumana Rimac y la cofinanciación de la Comisión Europea, cuenta con los últimos avances en seguridad, electrónica, comunicaciones y carga de batería.
Con cuatro motores independientes, el vehículo acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y en 14 segundos puede acelerar hasta su velocidad máxima, 300 km/h. Pesa 1.700 kilos y cuenta con un chasis fabricado con fibra de carbono. Ente otras ventajas los ingenieros destacan que el superdeportivo puede ser recargado en un periodo muy corto, de entre 15 y 20 minutos, utilizando un innovador sistema de carga ultrarrápida y recorrer hasta 600 kilometros sin 'abastecimiento'.
Con semejantes caracteristas Volar-e quiere demostrar que un coche movido por electricidad puede ser igual de potente que otro movido por combustible.
Cabe mencionar que el proyecto se ejecutó en un plazo muy breve gracias a que 80 ingenieros elaboraron el superdeportivo en 4 meses.