Cuando el hombre gritó pidiendo ayuda, su hermano Jeremy saltó al agujero para tratar de ayudar, pero no pudo encontrarlo y tuvo que ser rescatado.
"El suelo todavía estaba hundiéndose y la tierra seguía bajando, pero no me importaba. Quería salvar a mi hermano", dijo Jeremy Bush con lágrimas en los ojos al lado del lugar del desastre. "Pero yo no podía hacer nada".
Lo único que no pudo terminar de tragarse el agujero fue el somier de una cama, dejando una esquina a la vista. Las autoridades afirman que el sumidero es “gravemente inestable” y que va a crecer.