Durante la inauguración de las instalaciones en Itaguaí, en Río de Janeiro, Rousseff reiteró la vocación pacífica de Brasil, aunque dijo que eso no excluye la necesidad de tener una industria de defensa "disuasiva".
Podemos decir que con esta obra "entramos en el selecto grupo" de países que "tienen acceso a un submarino nuclear: Estados Unidos, China, Francia, Inglaterra (GB) y Rusia", destacó la mandataria.
Conocida como Unidad de Fabricación de Estructuras Metálicas, la planta forma parte del ambicioso programa de desarrollo de submarinos lanzado por Brasil en 2008, en estrecha cooperación con Francia. El país europeo se comprometió a transferir tecnología a Brasil y a formar mano de obra brasileña para la construcción de submarinos.
El acuerdo prevé la construcción de cuatro submarinos convencionales, el primero de los cuales deberá entrar en operación en 2017, y uno de propulsión nuclear, cuya entrega está prevista para 2023.