¡Se arriendan pirámides!: La herencia de los faraones podría salvar a Egipto de la crisis

Las autoridades egipcias creen que todos los medios son buenos cuando se trata de rescatar el deteriorado sistema financiero y estudian la posibilidad de poner en alquiler sus monumentos y lugares de interés que representan un gran valor histórico.
Las autoridades egipcias evaluaron que, si acuerdan un contrato de arrendamiento  de sus monumentos históricos a un plazo de tres a cinco años con las mayores compañías de viajes al extranjero, podrían recaudar 200.000 millones de dólares, lo que podría cubrir la deuda del país. Aunque de momento es una hipótesis, la mayoría de los funcionarios egipcios estudian seriamente esta posibilidad, según informa Al Arabiya.

Sin embargo, el Consejo Supremo de Antigüedades es el órgano que decidirá el asunto. Egipto planea alquilar toda su riqueza histórica: la legendaria Esfinge, las Pirámides de Giza, los complejos arquitectónicos de los templos de Luxor y Karnak del faraón Ramsés II en Abu Simbel.

Pese a que el Consejo Supremo de Antigüedades, junto con algunos arqueólogos célebres, han criticado fuertemente la iniciativa, hay cierta probabilidad de que las maravillas arqueológicas dejen de pertenecer temporalmente a Egipto. La mayoría de los ciudadanos tampoco ha acogido con entusiasmo la noticia.

Entre tanto no se especifica cómo podrían usar las agencias turísticas esos templos históricos, pero estas empresas podrían simplemente monopolizar el derecho de vender entradas para las visitas a los monumentos.

La situación financiera de Egipto, un país agotado por la inestabilidad política, es nefasta. Las reservas de oro del país se encuentran en su nivel más bajo de la última década. Al mismo tiempo, sigue creciendo la tasa de desempleo. Alrededor de 162.000 egipcios se han quedado parados en los últimos tres meses.