Según comunican en la Universidad Federal de los Urales, los datos del procesamiento permitirán establecer la posible ubicación de grandes fragmentos del meteorito.
Las dimensiones de los fragmentos que pueden encontrarse en el lago son aproximadamente de 60 centímetros de longitud y 100 kilogramos de peso.
Anteriormente los buzos consiguieron hallar varios cráteres en el fondo, pero no lograron ver los pedazos del cuerpo celeste.
Especialistas de Ekaterimburgo ya tiene varios fragmentos del objeto. El mayor pesa alrededor de dos libras (algo más de 900 gramos) y fue encontrado por una graduada de la Universidad que esquiaba por los lugares donde supuestamente se produjo la caída del meteorito.
El investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias Javier Licandro comentó en su conversación con RT que las piezas del meteorito que pueden encontrarse en el fondo del lago tienen un valor incalculable para los investigadores.
“Tener en nuestras manos objetos de este tipo nos permite poder estudiar luego, en los laboratorios, con mucho detalle, cómo era el material que estaba en el sistema solar hace 3.000 o 4.000 millones de años", dice el astrofísico.