Washington “por su puesto va a ver en la ausencia de Chávez una posibilidad de aumentar su influencia y debilitar la ALBA, y aquí sí es posible que logre algo porque la importancia de la persona que estaba aglutinando a todos los países latinoamericanos alrededor” de este bloque regional “era muy grande”, considera el consultor financiero Mauricio Cabrera.
La ALBA, organización de ámbito regional enfocada para los países de América Latina y el Caribe, que pone énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, nació como contrapartida del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), impulsada por Estados Unidos.
Con motivo del deceso del presidente venezolano, en Washington no hubo pesar, ni tampoco la tradicional mención de oraciones por los familiares del fallecido. Solo fue expresado el deseo de una mejora en las relaciones con Caracas.
Para los expertos, esta actitud de la Casa Blanca es una señal de que “va a incrementar su relación con los sectores tradicionales del poder económico del pasado en Venezuela, no con el pueblo”.
“Estando Chávez ausente de la ALBA, la unidad (de los países que conforman la Alianza Bolivariana) puede debilitarse un poco, algo que sería aprovechado por EE.UU. para recuperar un poco de su influencia”, agregó Cabrera.