Cuando se ven estas fotos parecen imágenes poco comunes de la Luna, y ciertamente son similares en muchos aspectos. Sin embargo, Mercurio tiene características propias interesantes, como el hecho de que a pesar de estar más cerca del Sol, no alcanza temperaturas tan altas como Venus, por ejemplo.
La sonda no solo ha servido para trazar un mapa, también ha sido utilizada para medir las variaciones en el campo magnético del planeta, encontrar nuevos tipos de formaciones geológicas, como los "huecos" que se produjeron durante la evaporación de sustancias volátiles, y por supuesto intentar hallar agua en los cráteres profundos a los que no llega la luz solar.
La sonda Messenger (acrónimo de Mercury Surface, Space Enviroment, Geochimestry and Ranging) fue lanzada al espacio en 2004 y orbita el planeta Mercurio desde marzo del año 2011, luego de un periplo de unos años de ajustes y viajes por entre los tres planetas interiores más cercanos al Sol, incluyendo a la Tierra.