El experimento demuestra que el dipéptido (parejas de aminoácidos enlazados), un componente esencial en todos los seres vivos, puede formarse en el ambiente espacial.
En una cámara de vacío enfriada apenas unos grados por encima del cero absoluto (-273ºC, la temperatura más fría posible), los investigadores del equipo de la Universidad de Hawái simularon una bola de hielo en el espacio que contenía, entre otros elementos, dióxido de carbono, amoniaco y varios hidrocarburos como metano, etano y propano. Todos estos elementos se dan con abundancia en el medio espacial.
El paso siguiente fue bombardear esa bola helada con electrones de alta energía que simulaban los rayos cósmicos que abundan en el espacio real. El resultado fue que los elementos químicos empezaron a reaccionar formando compuestos orgánicos complejos, fundamentalmente los dipéptidos anteriormente mencionados.
Esas moléculas formadas en el espacio podrían ser transportadas hasta la Tierra por un cometa o un asteroide para iniciar el ensamblaje de proteínas, enzimas y otras moléculas todavía más complejas, como los azúcares, tan necesarias para la vida.
"Resulta fascinante pensar que los ladrillos bioquímicos más básicos que forman la vida terrestre puedan tener un origen extraterrestre" afirma Richard Mathies, químico y coautor del estudio de la Universidad de California en Berkeley.