"Es hora de comprender el verdadero alcance de la militarización de la Policía en EE.UU. y el impacto que está teniendo en nuestros barrios", señala un comunicado de la ACLU.
La asociación denuncia que cada vez es más frecuente ver equipos del SWAT (unidades de armas y tácticas especiales) fuertemente armados en territorio estadounidense, que a menudo entran en casas de personas inocentes.
Tenemos derecho a vivir sin temor a una intervención militar en nuestra vida cotidiana, y la creciente militarización de la policía es una amenaza a ese derecho"
"Equipar a la policía local y estatal con armas y vehículos militares, entrenarlas con tácticas militares y proporcionarles asistencia militar real para que apliquen de la ley tradicional erosiona las libertades civiles y fomenta prácticas policiales agresivas, sobre todo en los barrios pobres y comunidades de color", dijo Kara Dansky, abogada del Centro por la Justicia de la ACLU.
La ACLU espera averiguar también hasta qué punto "la financiación y el apoyo federal ha impulsado la militarización de los departamentos de policía locales y estatales". Lamenta que se desconozca el tipo de formación que han recibido los agentes del SWAT locales, así como la tecnología y las armas que emplean.
"Tenemos derecho a vivir sin temor a una intervención militar en nuestra vida cotidiana, y la creciente militarización de la policía es una amenaza a ese derecho", comentó María Kayanan, directora legal asociada de la ACLU de Florida.