La organización pacifista sueca Svenska Freds ha instado al Gobierno a implantar un control más estricto sobre la venta de armas, cuya producción es históricamente un sector muy importante de la economía sueca.
"Suecia vende lanzagranadas de este modelo a unos 40 países. Esto demuestra que el control sobre el futuro destino de las armas no funciona ", dijo un portavoz de Svenska Freds.
Cabe señalar que el segundo mayor comprador de armas suecas del mundo es Arabia Saudita, país que ha reconocido abiertamente que apoya con armamento a la oposición siria.