“No es lo mismo el chavismo con Chávez que sin Chávez, hay distintas corrientes y el papel de Maduro es justamente tratar de mantener el equilibrio, lograr que las confluencias permitan garantizar la gobernabilidad y la profundización del proyecto iniciado en su momento por el comandante Chávez”, considera el filósofo Ricardo Forster.
La Constitución venezolana establece que durante los 30 días siguientes a que ocurra una “ausencia absoluta” del presidente se procederá a convocar a unos nuevos comicios para elegir a un sucesor. El Gobierno ya anticipó que Maduro será el candidato del oficialismo, como había dispuesto Chávez.
Asimismo, Forster advierte que la democracia venezolana tendrá que ser lo suficientemente fuerte como para resistir cualquier intento de desestabilización.
“Maduro y el resto de la dirigencia deberán encontrar los mecanismos para garantizar la continuidad de un proyecto de transformación como es la revolución bolivariana”, insistió el experto.