Por su parte, este 8 de marzo, la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, ha instado al Ejército de su país y a EE.UU. a anunciar el estado de alerta ante las “provocaciones por parte de Corea del Norte”, según la administración presidencial.
El pasado 7 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU acordó por unanimidad reforzar las sanciones contra Pyongyang en respuesta a la realización de su tercera prueba nuclear.
Por su parte, Corea del Norte, anunció que “anula todos los acuerdos de no agresión alcanzados entre el Norte y el Sur” en los años cincuenta del pasado siglo.
Las dos Coreas permanecen técnicamente en estado de guerra debido a que el armisticio que puso fin a su enfrentamiento en 1953 nunca ha sido sustituido hasta hoy por un tratado de paz definitivo.
En su discurso de investidura en el pasado mes de febrero, Geun-hye, la primera mujer en llegar a la presidencia en Corea del Sur, calificó la reciente prueba nuclear de su vecino norteño como "un desafío a la supervivencia del pueblo coreano".