El acto comenzó con la presentación de los jefes de Estado y mandatarios en la Academia Militar de Caracas, en presencia de familiares e integrantes del Gobierno sentados frente al féretro.
Sonó el himno de Venezuela y el presidente en funciones, Nicolás Maduro, colocó la espada de Bolívar sobre el féretro de Chávez. La primera guardia de honor a los lados del ataúd cubierto con la bandera venezolana fue realizada primero por los líderes de la CELAC y la ALBA y por otros mandatarios asistentes a la ceremonia.
La Orquesta Sinfónica de Venezuela interpretó algunas piezas y posteriormente se llevó a cabo una misa oficiada por monseñor Mario Moronta, el pastor Alexis Romero Valera y el reverendo estadunidense Jesse Jackson, que concluirá la ceremonia oficial.
El presidente en funciones, Nicolás Maduro, dijo también unas emotivas palabras para darle el último adiós a Hugo Chávez, haciendo un repaso de su trayectoria y destacando la fuerza presentada por el difunto presidente durante su dura batalla contra el cáncer que ha acabado con su vida.
Seguidamente, Nicolás Maduro procedió a leer textualmente el testamento que escribió Hugo Chávez, y en el que dejaba cinco tareas históricas:
Mantener y consolidar la independencia “conquistada durante “revolución bolivariana”, construir un socialismo diverso y democrático, hacer de Venezuela “un país potencia en el marco de la gran potencia de América Latina que se va a construir en los próximos años”, construir un “mundo de equilibrio” y sin imperios y por último, contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana.
Finalmente se hizo entrega de la réplica de la espada de Simón Bolívar a la familia de Hugo Chávez, justo antes de concluir la ceremonia.
Desde el pasado 6 de marzo, cientos de miles de venezolanos acudieron a la capilla ardiente de la Academia para despedirse del comandante Chávez, que falleció un día antes a causa del cáncer que estaba combatiendo desde hace más de un año y medio.
El difunto mandatario permanecerá durante siete días más en la Academia Militar. Las autoridades del país decidieron que después su cuerpo será embalsamado y descansará en una urna de cristal para que pueda ser contemplado en el Museo de la Revolución.