“El sistema de administración de entrenamiento está en desarrollo, en comparación con los demás equipos”, revela el propio informe, “y todavía no cuenta con toda la funcionalidad planificada”. “La visibilidad desde la cabina es menor que en otras aeronaves de combate de la Fuerza Aérea”, dice otro fragmento.
Una gráfica, incluida en el reporte, enumera las situaciones críticas que se producían con los cazas durante el vuelo. Ocho de ellas inclusive tuvieron que ser marcadas por banderitas rojas. Ante todo estaban vinculadas con una escasa percatación del piloto durante las situaciones de emergencia y el riesgo de inflamación de los barriles de combustible.
“La visibilidad desde la cabina es menor que en otras aeronaves de combate de la Fuerza Aérea”
“No hay confianza en que el piloto pueda administrar las tareas críticas sin riesgo”, afirma Gilmore.
Estas consideraciones se suman al defecto reconocido recientemente por el propio fabricante de los cazas. Un comunicado de Lockheed Martin, publicado en febrero de este año, admitió que una inspección realizada durante las pruebas en la Base Edwards de la Fuerza Aérea había encontrado problemas en las palas de la turbina.
Cada caza multifuncional F-35 'Relámpago-II' cuesta cerca de 238 millones de dólares. Además, acorde a recientes estimaciones, todos los gastos necesarios para modernizar y fabricar estos aparatos llegarán a un billón de dólares hasta el año 2050.