Los cascos azules fueron raptados el pasado miércoles en los Altos del Golán, un territorio disputado por Siria e Israel. En la tarde de este miércoles, un hombre que se identificó a sí mismo como miembro de la brigada de los Mártires de Yarmouk, comunicó a través de un vídeo en YouTube que mantenían retenido a un convoy de observadores de la ONU.
Los rebeldes afirmaron que no tienen intención de liberarlos hasta que las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad abandonen la ciudad de Jamla, donde se producen fuertes combates entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes.
El pasado viernes, el Gobierno filipino anunció el fracaso de las negociaciones con los insurgentes para la liberación de los soldados de paz.