El principio de la "separación y discriminación" es la política oficial en Hebrón y se aplica generalmente en el centro de la ciudad, donde se encuentran muchos puestos de seguridad, explica la ONG. Las restricciones prohíben a los palestinos circular por determinadas calles o usar vehículos, algo “intolerable” para la población árabe y que “obliga a muchos a abandonar sus hogares y trabajos”, indica un informe de B’Tselem.
El vídeo de la ONG muestra la división de una calle con una valla donde la parte asfaltada y más ancha está destinada solo a la población israelí, mientras que los palestinos tienen que utilizar un estrecho pasillo sin pavimentar. La única manera de abastecer a las tiendas es empujando carritos.
Recientemente, se lanzó también una línea de autobuses para transportar a trabajadores palestinos que viajan cada día desde el norte de Cisjordania, a través de un paso de control militar, al centro de Israel. El objetivo de este transporte colectivo solo para los palestinos es disminuir la saturación en las líneas usadas por judíos en esa zona y reducir la tensión y las peleas entre pasajeros árabes y judíos.