Singh era el conductor del autobús donde se produjo el terrible asalto a una estudiante de 23 años y fue el acusado principal durante el proceso de la escandalosa agresión. Fue declarado culpable y sentenciado a la pena capital por su participación directa en los hechos.
Según fuentes médicas, el recluso se ahorcó en su celda y murió por ahogamiento. Las autoridades aseguran, por su parte, que los cinco presos restantes, involucrados en el caso, están bajo vigilancia especial contra suicidios.
Además del acto sexual forzado, el conductor fue declarado culpable de haber arrojado del vehículo a la víctima después de violarla, hecho que le produjo importantes lesiones.
Horas después del suceso Singh fue detenido junto a su hermano y otras cuatro personas, entre ellas un menor de edad que estaban en el autobús. La propia víctima murió dos semanas más tarde en un hospital de Singapur por complicaciones del ataque.
El ataque contra la joven provocó protestas masivas y generó un debate a nivel nacional sobre el alto número de delitos sexuales en India, donde, como nivel promedio, se comete una violación cada 20 minutos.