Los policías, que patrullaban en un vehículo sin distintivos en el sector de East Flatbush, se acercaron al adolescente, identificado como Kimani Gray, de 16 años, que estaba con un grupo de amigos. El menor atrajo su atención cuando se ajustó el cinturón de una manera que a los policías le pareció sospechosa.
Cuando los agentes salieron del vehículo para interrogarlo, este les apuntó con un revólver, provocando que los agentes abrieran fuego. "Salieron del coche, se le acercaron y abrieron fuego. Estaba sangrando y les pedía a gritos que parasen”, cuentan los testigos del incidente. Tras recibir varios disparos en el estómago y el torso, el joven falleció en el hospital.
La madre del joven se quedó conmocionada al escuchar la noticia y tuvo que ser ingresada en un hospital. "Toda la familia se ha vuelto loca", dijo a la prensa un primo del fallecido, Malik Vernon.
La Policía de Nueva York indicó que aún está bajo investigación el número de balas que fueron disparadas por los agentes y si estos se identificaron o no como policías antes de que el adolescente —que había sido detenido varias veces por crímenes menores— sacara el arma.