"La comunidad internacional está estrechamente atada a través de internet, por eso el ciberespacio requiere reglas y cooperación, y no una guerra", declaró el canciller chino, comentando las acusaciones occidentales que hablan de la presunta autoría de Pekín en los ciberataques contra empresas occidentales.
Jiechi subrayó que las acusaciones popularizadas ampliamente tienen una base muy frágil. Agregó que China apoya la idea de la regulación internacional de internet con las fuerzas de la ONU, que permitiría convertir la red en un ambiente pacífico, libre y seguro.
Mientras tanto, el centro local de la lucha contra las amenazas cibernéticas detectó en dos meses siete mil servidores extranjeros que dirigían 1,9 millones de ordenadores contagiados en el territorio de China. Más de 2.200 de estos servidores estaban localizados en Estados Unidos.
Pekín ya ha declarado en varias ocasiones que una parte considerable de los ataques contra China provienen de EE.UU. No obstante, al mismo tiempo los altos cargos chinos subrayaban que no acusaban a Washington de apoyar a los 'hackers', agregando que las declaraciones idénticas contra Pekín no tenían base.