El nuevo informe, elaborado por la Unión Americana de Libertades Civiles y sus socios, describe el efecto de intimidación que produce la Policía de Nueva York sobre los musulmanes. La Policía de Nueva York espía a los musulmanes en las mezquitas, restaurantes, tiendas halal, cafeterías, bares y otros lugares públicos y desde hace tiempo indigna a las víctimas potenciales de la vigilancia. "[La Policía de Nueva York] Ha dicho en repetidas ocasiones que mientras no tienes nada que esconder, no tienes nada que temer", dijo Shamas Diala, coautor del informe 'Mapping Muslims'. En cambio, el estudio "demuestra que hay muchos impactos perturbadores y consecuencias de este programa irresponsable, costoso, dañino y completamente ineficaz".
Los autores entrevistaron a 57 musulmanes-estadounidenses, incluyendo figuras religiosas, jóvenes, empresarios, profesores y agentes del orden para crear su informe. Se reveló que, como resultado de una persecución constante, algunos de ellos han dejado de confiar en todo el mundo, temiendo que si dicen o hacen algo acaben encerrados en la cárcel.
"La gente siente que no puede confiar en nadie en la mezquita, que no puede hablar con su imán de confianza, que no se fían de las personas que expresan interés en su religión", dijo Shamas Diala.
Muchos musulmanes incluso evitan visitar las mezquitas. "La gente me dice 'voy a hacer mysalaah [oración] en casa'. Como razón mencionan la cámara de la Policía de Nueva York justo fuera de la mezquita", dijo el imán Mustapha, un líder religioso con sede en Brooklyn.
La vigilancia "ha sofocado la vida comunitaria y la práctica religiosa, criminalizando a un amplio segmento de los musulmanes estadounidenses", resume Nermeen Arastu, el abogado del Fondo Asiático-Americano para la Defensa Legal y la Educación (AALDEF).