Periodista narra su secuestro en Siria: "Me asustaban para que no me fugara"

"Yo ya no podía soportarlo más", recuerda Anhar Kóchneva. La periodista ucraniana que escapó de los rebeldes sirios cinco meses después de haber sido secuestrada recuerda para RT todo lo que tuvo que pasar durante su cautiverio y cómo logró escapar.
Anhar Kóchneva, periodista y bloguera 'freelance' que trabajaba para medios rusos y ucranianos, fue secuestrada a primeros de octubre de 2012 cerca de la ciudad siria de Homs.

Los secuestradores, que eran miembros del Ejército Libre Sirio, amenazaron en varias ocasiones con matarla si no pagaban por su rescate 50 millones de dólares. Más tarde la suma fue reducida hasta 300.000 dólares. Los rebeldes dijeron que planearon ejecutar a Kóchneva el 16 de diciembre, pero que decidieron "darle una segunda oportunidad."

Varias potencias mundiales, entre ellas Rusia, EE.UU. y Francia, así como las organizaciones internacionales de derechos humanos, instaron a la oposición siria a que liberaran a la mujer.

Anhar Kóchneva escapó este lunes, después de pasar más de 150 días en cautiverio, algo que mermó profundamente su salud. La periodista caminó 15 kilómetros por una zona montañosa antes de toparse en un golpe de suerte con unas personas que le ayudaron a llegar a una zona controlada por las fuerzas gubernamentales.

La mujer cuenta detalles de su liberación en una entrevista con la cadena RT en árabe compartió detalles de su fuga.


RT: ¿Cómo lograste escapar del cautiverio? ¿Quién te ayudó?

Anhar Kóchneva: Aunque sé que muchos trataron de ayudarme, el problema era que nadie sabía dónde estaba, incluso los milicianos de este mismo grupo de rebeldes que visitaban la casa no sabían que me mantenían allí. Después de mi secuestro, mi salud se deterioró gravemente y hasta corrí peligro de muerte. O [los milicianos] me podían ejectutar, o el Ejército [sirio] me podía matar accidentalmente abriendo fuego de respuesta contra los milicianos. Era muy peligroso. Pasé cinco meses allí.

RT: ¿Podrías describirnos con detalle como se fugó? ¿Ellos tenían seguridad en la puerta?

Anhar Kóchneva: Yo sólo tuve que abrir la puerta y salir. Empecé a buscar el mejor momento para hacerlo, para que nadie me viera, porque me podían matar. Por la noche ellos podían abrir fuego en cualquier momento en que sintieran un movimiento sin saber lo qué era, si un ser humano o cualquier otra cosa. Yo tenía un millón de cosas en cuenta, ya que era un acto muy peligroso. Si me hubieran cogido, definitivamente me habrían golpeado y endurecido las condiciones, incluso podían haberme matado.

Abrí la puerta, que estaba cerrada con llave desde el interior de la casa, porque los guardias estaban allí. Llegué a la calle y tomé un camino. Seguí caminando y caminando.

RT: ¿Entonces, los guardias estaban durmiendo en ese momento?

Anhar Kóchneva: Sí, estaban durmiendo.

RT: ¿Simplemente se quedaron dormidos, dejando la llave en la cerradura de la puerta?

Anhar Kóchneva: Sí. Ellos pensaban que yo no podía hacer nada. En realidad, no había ni siquiera una llave allí, sólo un tornillo ordinario. Estaban durmiendo y me fui. Quería encontrar a alguien en el camino para pedir ayuda. Por supuesto, existía peligro de que me trajeran de vuelta.

Me encontré con unas personas que me ayudaron a salir de ese distrito. Yo no conocía nada esta zona, no tenía ni idea de dónde eran los milicianos, donde fueron las tropas del gobierno, dónde estaban las minas. Pasé por los campos donde puede que hubiera minas.

RT: ¿La torturaban? 

Anhar Kóchneva: No me torturaban, pero intentaban asustarme. Un par de veces me golpearon con un palo de goma, no tan fuerte, pero el golpe fue fuerte. […] No tenía libertad. ¿Qué es para mi la libertad? Pues poder abrir una ventana, sentir la brisa, capturar una gota de lluvia con la palma de la mano, hablar con los amigos, dormir en tu cama y no oír amenazas.

Me di cuenta de que estaban tratando de asustarme para que no pensara en la fuga. Me dijeron que era mejor que me quedara que escapar y ser asesinada.

 RT: ¿Ha visto alguna vez a un oficial ruso en Siria?  (Algunos medios aseguran que Kóchneva fue intérprete de los oficiales rusos en Siria)

Anhar Kóchneva: Yo no. Nunca los he visto en el territorio de Siria. Además, no soy experta en terminología militar. Aparte de eso, no tengo ciudadanía rusa ni siria, y por eso no tengo derecho a traducir. Entonces, ¿para qué necesitan a una traductora así, una mujer que vive en Siria sin permiso de residencia? ¿Acaso es posible involucrar en asuntos militares a una mujer que carece de un permiso de residencia oficial y que no sabe nada de temas militares?