El proyecto de ley, que es promovido por el Gobierno del presidente Barack Obama, pretende que los servicios de inteligencia puedan identificar y localizar a redes terroristas, grupos criminales o piratas informáticos reuniendo información de todo tipo, incluios ahora datos financieros. Así lo afirma un documento del Departamento del Tesoro al que la agencia Reuters tuvo acceso.
El proyecto ya empieza a ser objeto de críticas por los defensores del derecho a la intimidad; sin embargo, los expertos jurídicos aseguran que la medida es viable según la legislación de EE.UU.
Actividad sospechosa
Las instituciones financieras que operan en ese país están obligadas por ley a presentar informes de los clientes con "actividad sospechosa" —como grandes transferencias, supuesto lavado de dinero o falsificación— a la Red contra los Crímenes de Servicios Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés).
En la actualidad, solo el FBI tiene acceso a este tipo de información. Sin embargo, otras agencias de inteligencia, como la CIA o la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), tienen que pedir información a la FinCEN. Si se aprueba el proyecto de ley, las agencias de espionaje podrán tener acceso a todos los datos financieros para buscar patrones que podrían revelar planes criminales.