Anteriormente el Departamento de Estado concluyó que la obra no causaría daño ambiental. Sin embargo, su construcción ha causado numerosas protestas de los ambientalistas a ambos lados de la frontera.
El analista político Emilio Viano sostiene que tanto la extracción como el transporte del crudo por gran parte del territorio estadounidense presentan toda una serie de riesgos al ecosistema.
"Primero el gran problema para Canadá es que este crudo se encuentra en arenas bituminosas o arenas de alquitrán. Extraerlo requiere un operativo que según sus críticos es altamente contaminante y dañino para el medio ambiente. Es allí donde está la contienda. Los ecologistas, los que quieren proteger al medio ambiente en Canadá y en EE.UU., se oponen a esta explotación de estas arenas bituminosas", dijo a RT Viano.
Los ecologistas, los que quieren proteger al medio ambiente en Canadá y en EE.UU., se oponen a esta explotación de estas arenas bituminosas"
Otro problema que destaca el analista es la exportación, ya que "la exportación requiere la construcción de un oleoducto que va a atravesar miles de kilómetros de Canadá y de EE.UU. que pueden crear problemas enormes para la ecología", sostuvo y no desartó la posibilidad de que se cause un derrame de petróleo "si hay daño al oleoducto o también atentados".
Se espera que la Administración Obama tome una decisión final sobre el proyecto, que ha estado pendiente durante más de cuatro años.
El oleoducto, de casi 1.900 kilómetros, transportará petróleo desde la provincia canadiense de Alberta hasta las refinerías ubicadas en la costa del Golfo de Texas.