El apoyo militar a los rebeldes sirios ayudaría a acelerar la caída de Bashar al Assad. Así lo declaró en Turquía el presidente del Consejo Sirio Nacional, órgano opositor al régimen actual.
Además, los detractores de Assad apoyaron a Francia, que instó a la Unión Europea a levantar la prohibición de suministrar armas a los rebeldes. El canciller galo, por su parte, ratificó la postura de París aunque los demás estados del bloque no estén de acuerdo. Anteriormente el primer ministro británico, David Cameron, había anunciado que su país considera la misma posibilidad. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, comentó que abastecer los arsenales de la oposición siria significaría violar el derecho internacional.
El analista internacional Sergio Rodríguez Gelfenstein considera que a EE.UU. le resultan beneficiosos los conflictos en Siria y otros países ya que gracias a ellos consolida su economía.
"Hay que recordar que la principal industria de EE.UU. es el complejo militar industrial. Hay que recordar también que de los siete mayores compradores de armas del mundo, seis están en la región del medio oriente y hay que recordar que entre estos siete países mayores compradores de armas, están países que técnicamente son enemigos como Israel y Egipto, o Israel y Arabia Saudita", revela Gelfenstein.
"De manera que hay que mantener el conflicto, a EE.UU. y a la OTAN les interesa mantener el conflicto porque es lo que permite mantener una incesante venta de armas", denuncia el experto.