Anteriormente el FBI emitió cientos de miles de NSL (National Security Letters, o Cartas de Seguridad Nacional) a empresas privadas que permiten obtener información confidencial sobre los clientes sin tener que esperar una orden judicial. Entre los métodos que figuran en las cartas aparece incluso la vigilancia.
Según las Cartas, para hacer la vigilancia el FBI no necesita un orden judicial. Es suficiente tener un documento que confirme la pertinencia del usuario a una "investigación autorizada con fin de la protección contra el terrorismo internacional o las actividades clandestinas de inteligencia".
Google ha sido la única compañía que ha denunciado que recibió hasta 999 cartas cada año de la Oficina Federal de Investigación solicitando los datos privados de miles de usuarios.
Este viernes la juez estadounidense Susan Illston afirmó que a su parecer las NSL eran ilegales y ordenó al Gobierno que detenga su emisión.