Confesó, además, que unos 300 combatientes completaron ya su entrenamiento y penetraron el jueves en el territorio sirio para unirse a las fuerzas que luchan contra las tropas del presidente Bashar al Assad. Añadió que actualmente más rebeldes siguen con su entrenamiento en Jordania.
Comentando a CNN la declaración de la oposición siria, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, se abstuvo de dar una respuesta clara. Puntualizó que EE.UU. no suministra armas letales a la oposición siria, según se había anunciado en reiteradas ocasiones, pero admitió que Washington está proporcionando "asistencia que se va incrementando" a la oposición siria y que está revisando los programas de esta asistencia continuamente para hacerlos más eficaces. Al mismo tiempo, caracterizó este apoyo como una "ayuda humanitaria", sin entrar en más detalles.
Sin embargo, Carney reiteró: "Nosotros, junto con nuestros socios internacionales, estamos haciendo todo lo posible para dar lugar a una Siria post Assad. Assad tiene la sangre de su pueblo en sus manos. De ninguna manera puede ser parte del futuro de Siria".
Cabe recordar que el conflicto sirio dura ya dos años. Según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, se ha cobrado 70.000 víctimas, mientras que el número de sirios que se vieron obligados a huir del país ha alcanzado un millón de personas. Amnistía Internacional, por su parte, ha documentado una drástica escalada de violencia en el país por parte de la oposición armada, incluyendo la toma de rehenes, la tortura y las ejecuciones masivas, una tendencia condenada también por Washington.