“Al principio pensé que el delfín ya había muerto. Pero luego nos miró con una expresión que parecía decir: 'Al fin vinieron a salvarme'. Te lo juro, sus ojos estaban llenos de lágrimas reales”, aseguró Burt.
Según el reportero, el animal seguramente entró en el río para cazar a alguna presa, pero se vio sorprendido y atrapado en la orilla por la bajada de la marea.
“¡Yo lo consolaba como mejor podía! Nunca podría dejar en peligro a una criatura tan maravillosa”, comentó el australiano.
Paul Bert y su amigo arrastraron al delfín hasta el agua, donde rápidamente se recuperó y desapareció nadando.