La ceremonia de entronización se inició con una oración en la tumba de San Pedro, ubicada en la cripta de la basílica. Momentos después, Francisco recibió los símbolos papales, entre los que se encuentra el palio y el anillo del Pescador, hecho en plata y no en oro como el que usaron sus predecesores.
Antes de la misa el Sumo Pontífice realizó un recorrido por la Plaza de San Pedro en un papamóvil descubierto.
En el trayecto rompió el protocolo estipulado, bajándose para saludar a la multitud y besar a un discapacitado. Asimismo, paró varias veces para besar a niños.
En la ceremonia participaron delegaciones oficiales de unos 130 países y más de 30 jefes de Estado de todo el mundo, entre ellos los mandatarios latinoamericanos Enrique Peña Nieto de México, Dilma Rousseff de Brasil, Sebastián Piñera de Chile, así como el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, por su parte, se convirtió en la primera jefa de Estado en llegar a Roma y ser recibida por el recién elegido pontífice.
El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, fue elegido papa el 13 de marzo por los 115 miembros del Colegio Cardenalicio durante el segundo día del cónclave, convocado tras la renuncia de Benedicto XVI el pasado 28 de febrero. El Sumo Pontífice se convirtió en el primer papa latinoamericano y el primer jesuita que encabeza la Iglesia católica.