“Imagine que Google o Facebook decidiera instalar sus propias cámaras de vigilancia en todas partes, recopilando datos sobre nuestros movimientos, filmando nuestras vidas y uniendo cada una de esas cámaras en una sala de control gigante”, afirmó el director de Big Brother Watch refiriéndose a Google Glass.
Se trata, subrayó, de una “vigilancia orwelliana”, y no únicamente mediante videovigilancia, sino también a través de grabaciones de audio.
“Esa es la realidad de Google Glass. Todo lo que usted ve, Google lo ve. Usted no es dueño de la información, no tiene control sobre los datos registrados y no conocerá qué se hace con ellos”, señaló el artículo. Asimismo, plantea el problema de recoger datos de quienes no llevan puestas las sofisticadas gafas. Por ejemplo, de personas que simplemente pasean o se sientan enfrente de alguien que sí las lleva en el metro.
Prohíben las gafas de Google antes de su lanzamiento
Pese a las ventajas que según sus creadores aportará la tecnología de Google, crece el número de detractores de este dispositivo. Aunque las gafas ‘inteligentes’ saldrán al mercado antes de finales de año, un bar de Seattle, en EE.UU., ya ha prohibido su uso, una medida que se espera que en un futuro próximo adopten numerosos locales.
"No quiero que entre gente con unas gafas y grabe a personas que no quieren ser filmadas y que el cliente se vea pocos días después en un vídeo colgado en Internet", señaló el dueño del bar.
Además, la plataforma Stop the Cyborgs ya ha iniciado toda una campaña para concienciar sobre la falta de privacidad que conllevará la proliferación de las Google Glass.
“El peligro”, concluye Pickles, “es que perdemos nuestra privacidad y Google gana poder”.