El imán progubernamental suní Mohammed Saeed Ramadan al-Bouti falleció en la explosión, que fue perpetrada presuntamente por un terrorista suicida y que ocurrió en una mezquita ubicada en la capital siria.
“El imán Mohammed Saeed Ramadan al-Bouti murió en un ataque terrorista suicida en la mezquita imán de Mazraa, en Damasco , anunció la televisión estatal siria, que también informó que el número de víctimas mortales y heridos podría ser superior.
Al Bouti, de unos 90 años, era un partidario acérrimo del líder sirio Bashar al Assad y también el imán de la histórica mezquita de Ummayyad, situada en Damasco.
El analista internacional Juan Luis González Pérez, recordó en RT que el clérigo era partidario del régimen e incluso “había animado al pueblo a mantenerse unido frente a la agresión extranjera apoyada por los elementos religiosos más radicales”.
En su opinión, los rebeldes recurren al uso del terror para demostrar que el conflicto sirio sigue vivo.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos señaló inicialmente que al menos 15 personas perdieron la vida a causa del atentado. Sin embargo, los últimos informes difundidos por los medios sirios apuntan a que el número de muertos ya asciende a 42.
Los residentes locales dijeron a la agencia Reuters que inicialmente creyeron que la explosión sucedió cuando un proyectil de mortero cayó cerca de una oficina de un partido político.
El conflicto sirio, que comenzó en marzo del 2011, pronto dejó de ser un asunto interno de este país para convertirse en un asunto crucial de la política mundial. Desde el inicio de la crisis, la comunidad internacional se mantiene dividida sobre cómo debe resolverse. Mientras la ONU insta a buscar una solución, Occidente apoya a los rebeldes.
Según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el conflicto se ha cobrado 70.000 víctimas, mientras que el número de sirios que se han visto obligados a huir del país ha alcanzado un millón de personas. Amnistía Internacional, por su parte, ha documentado una drástica escalada de violencia en el país por parte de la oposición armada, incluyendo toma de rehenes, tortura y ejecuciones masivas.