La FAA explicó que debido al volumen de recortes exigidos, no le queda más remedio que dar permisos temporales sin sueldo a la mayoría de sus 47.000 empleados y cerrar las torres de control en los aeropuertos regionales con menos tráfico. La Agencia subrayó que esto significa que dejarán de contar con dichas instalaciones, por lo que los pilotos deberán coordinarse por radio entre ellos para aterrizajes y despegues.
Sin la ayuda de los controladores, el riesgo aumenta exponencialmente"Una gran parte de los aeropuertos que forman parte de la 'lista negra' colaboran con las principales compañías aéreas del país que, por su parte, planean revisar si los cambios pueden plantear problemas para su servicio comercial y conllevar la cancelación o reprogramación de sus vuelos.
Asimismo, esta medida podría dejar sin torres de control, entre otros, a aeropuertos en grandes ciudades como Chicago y Milwaukee. “Sin la ayuda de los controladores, el riesgo aumenta exponencialmente", asegura Mark Hanna, director del aeródromo Abraham Lincoln Capital Airport en Springfield, Illinois, que figura entre los aeropuertos afectados.
Además de los cierres de dichas instalaciones, podrían también eliminarse turnos nocturnos en 72 centros de control, entre ellos los de algunos aeropuertos importantes como Midway, de Chicago, con unos 50 vuelos nocturnos diarios, la mayoría de los cuales son operados por las aerolíneas Southwest y Delta.