¿Paliza a Madoff como 'pago' por las deudas o leyenda urbana?
El financiero estadounidense Bernard Madoff, condenado por montar una de las mayores estafas financieras de la historia, ha vuelto a la prisión desde el hospital donde se estaba recuperado después de recibir una supuesta paliza en la cárcel o bien de ser tratado por unos mareos, según la versión.
Según algunos testimonios, Bernard Madoff, condenado a 150 años de prisión por estafar a miles de clientes mediante una organización de sistema piramidal, resultó con varias costillas rotas, la nariz partida y cortes en la cabeza y la cara por los golpes recibidos por parte de otro preso.
Tras el incidente, Madoff tuvo que ingresar en el hospital del centro penitenciario de Butner en Carolina del Norte. Según apunta uno de los presos que cumplía pena por delitos de drogas en la misma prisión, el agresor acusaba a Madoff de deberle dinero.
Esta fuente, un antiguo presidiario del mismo centro carcelario, asegura que el detonante de la pelea fue una deuda monetaria que Madoff tenía con su agresor, una persona que se había dedicado al culturismo y especialista en artes marciales.
Las autoridades de la cárcel de Butner negaron el incidente: "No tenemos conocimiento ni información alguna que confirme que Madoff fue agredido", aseguró una portavoz de la penitenciaría.
La Oficina de Prisiones ha calificado el suceso como un rumor y para justificar el traslado de Madoff al hospital, aseguran que el financiero sufría de "hipertensión y mareos".
Las autoridades penitenciarias explicaron que en su momento investigaron el incidente y que entrevistaron a Madoff, que negó entonces haber sido víctima de una agresión.
Por su parte, uno de los abogados de Madoff, Ira Sorkin, rehusó confirmar si su cliente había sido agredido.
La portavoz de la cárcel de Butner también ha asegurado que es "prácticamente imposible" porque los presos habitan módulos distintos que quedan aislados por la noche.
Sin embargo, una de las fuentes relató que los presos sí que interactúan en áreas comunes en la hora de las comidas y que pueden moverse entre los distintos módulos para acudir a sus asignaciones laborales.
La misma fuente reconoció que durante su estancia en Butner, coincidía con Madoff los domingos en la biblioteca, un lugar en el que conversaban y donde el estafador confeso le daba consejos financieros acerca de dónde invertir en estos momentos.
Madoff le recomendó invertir en uno de los fondos de la Bolsa de Nueva York, donde, según dijo, “el dinero estaría distribuido en varias acciones en lugar de poner todos los huevos en la misma cesta”.
Bernard Madoff, de 71 años, se encuentra en el centro penitenciario de Butner desde el 14 de julio de 2009, luego de que un juez de Nueva York le impusiera una pena de 150 años de cárcel -la máxima posible- por haber formado una red piramidal con la que realizó estafas a sus clientes que ascendieron más de 50.000 millones de dólares.