Cuando los jóvenes deciden retirarse, el tornado estaba ya tan cerca que no tuvieron tiempo ni para hacer una maniobra con el vehículo, por lo que tuvieron que dar marcha atrás. No les resultó fácil escapar del tornado, que los persiguió avanzando a una velocidad de hasta 50 kilómetros por hora, según medios locales.
Ese día se registraron dos tornados en Australia causando importantes daños en las ciudades de Mulwala y otras localidades y pueblos del estado de Victoria, Australia. El fenómeno, acompañado por lluvias y relámpagos, rompió los cristales de numerosas casas y derribó varios árboles. Unas veinte personas resultaron heridas, dos de ellas, de gravedad.