El pescadero ha relatado que encontró la bomba mientras cortaba el animal. “Esta especie de calamares vive cerca de las costas y se alimenta de peces pequeños y gambas”, explicó. “A lo mejor pensó que la bomba era comida. Tenía la tripa muy grande cuando lo sacaron”.
La bomba medía unos 20 centímetros y pesaba cerca de un kilo y medio, según la Policía, que la llevó a un lugar seguro para su detonación. El molusco medía cerca de un metro.
Se trataba de una bomba muy vieja, a juzgar por su superficie oxidada, y los especialistas quedaron asombrados de que no hubiera explotado antes.