La mezquita se encuentra cerca de la sede de los Hermanos Musulmanes -el partido actualmente en el poder en Egipto- en el distrito donde la semana pasada se produjeron enfrentamientos violentos entre partidarios y opositores de la formación.
La declaración llega después de que múltiples testimonios de opositores informaran de que adeptos del partido islamista habían capturado a protestantes coptos y los habían llevado a mezquitas para torturarlos.
"Cuando me capturaron y me llevaron a la mezquita (...) allí estaban torturando a muchos protestantes coptos", cuenta Amir Ayad, un activista copto que sufrió fracturas craneales y del brazo, entre otras lesiones.
En su nota, publicada en el periódico 'Al Ahram', el consejo de la mezquita pide perdón por haber perdido el control sobre la mezquita, y condena la violación y cualquier involucración de la religión en conflictos políticos. Además, señaló que ha denunciado el caso a la Policía.