Juan Hernández, director de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico, ha enviado una carta al secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel,
recordándole que la limpieza de las islas de Vieques y Culebra —donde
realizaban sus prácticas— se encuentra dentro de sus obligaciones y exigió acometer esa labor inmediatamente.
Según Hernández, los armamentos sin detonar ponen en peligro a los habitantes locales y a los
turistas. El caso más reciente es el de una niña de siete años que el
pasado jueves sufrió quemaduras tras manipular un artefacto que contenía fósforo blanco una sustancia que, entre otras cosas, es utilizada por
los militares como agente incendiario.
La Marina de Guerra de Estados Unidos ocupó la mayor parte de Vieques y Culebra como campos de tiro durante unos 40 años, hasta 2003. La zona también era alquilada a otros países para que probaran sus propias armas.