Durante su conversación telefónica con su homólogo surcoreano Pon Kim Kwan-jin, Hagel se refirió al "compromiso inquebrantable de EE.UU. con la alianza con la República de Corea, particularmente en este período de vivas tensiones en la península coreana", afirmó Little.
Horas antes, Little se refirió al corte anunciado por Corea del Norte del 'teléfono rojo' para los contactos militares de emergencia con Corea del Sur —última vía de comunicación directa entre los dos países— y dijo que se trata de "otra medida provocativa y no constructiva".
En esta misma línea se expresó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, que calificó las amenazas de Pyongyang de "retórica bélica", cuyo objetivo -dijo- es "aumentar las tensiones e intimidar a otros países". Según él, Pyongyang "no va a lograr nada con tales provocaciones y solo agravará su aislamiento" ante la comunidad mundial.
EE.UU. y Corea del Sur firmaron la semana pasada un nuevo pacto militar que prevé una respuesta conjunta en caso de provocación, incluso de carácter menor, por parte de Corea del Norte. Cerca de 28.500 militares estadounidenses se encuentran en Corea del Sur para hacer frente a un eventual conflicto con Corea del Norte.
Por su parte, Pyongyang anunció este miércoles en un comunicado remitido al Consejo de Seguridad de la ONU que las provocaciones de EE.UU. y Corea del Sur han conducido al "riesgo de guerra nuclear en la península coreana", por lo que ha ordenado poner "en estado de alerta para el combate" a todas las unidades de misiles estratégicos y de largo alcance, con el objetivo de "atacar las bases que tiene el ejército norteamericano en Hawai y Gunam", además de posibles objetivos surcoreanos.
La tensión en la península coreana, que aumentó tras la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de nuevas sanciones contra Corea del Norte en respuesta a su tercera prueba nuclear, se agudizó aún más después de que se conociera que Corea del Sur y EE.UU. utilizan bombarderos estratégicos B-52 y submarinos nucleares en las maniobras militares conjuntas que realizan en la región. Pyongyang calificó este hecho de "provocación imperdonable".