Así lo informa ‘Wall Street Journal’ citando a funcionarios estadounidenses de defensa, precisando que las cazas F-22 normalmente se encuentran estacionados en Japón, pero ahora fueron enviados a la base aérea de Osan, en Corea del Sur.
Capaces de burlar radares y sistemas de defensa aérea, los cazas de combate F-22 son una de las armas más sofisticadas de la Fuerza Aérea de EE.UU.
Las maniobras de dos bombarderos B-2 Spirit en Corea del Sur realizadas este jueves se hallan en el origen de la creciente tensión en la península coreana. Tras la maniobra, el líder norcoreano Kim Jong-un ordenó a las unidades de misiles que estén preparadas para lanzar un ataque en cualquier momento contra EE.UU. y sus bases "en la región Asia-Pacífico, incluyendo al continente de Estados Unidos, Hawai y Guam", así como en Corea del Sur. Un día después anunció que las relaciones en la península coreana han entrado en una fase de guerra.
En el supuesto de que se desate una contienda armada en la península coreana, Corea del Norte también atacaría las bases militares de EE.UU. en el territorio japonés, según el diario oficial norcoreano ‘Rodong Sinmun’, que precisa que se trata de las bases militares como Miasawa, Yokosuka y Okinawa. Se trata de la primera vez que Pyongyang nombra unas bases concretas.
La tensión en la península coreana, que aumentó tras la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de nuevas sanciones contra Corea del Norte en respuesta a su tercera prueba nuclear, se agudizó aún más después de que se conociera que Corea del Sur y EE.UU. utilizan bombarderos estratégicos B-52 y submarinos nucleares en las maniobras militares conjuntas que realizan en la región. Pyongyang calificó este hecho de "provocación imperdonable".