"Esta técnica se utiliza para rastrear los movimientos de la Armada de Rusia", escribe el periódico.
"Se cree que dichos dispositivos de espionaje escondidos dentro de piedras artificiales fueron colocados por los buzos de la XIII Flotilla, una unidad de élite de las Fuerzas Especiales de la Marina de Israel", indica 'The Sunday Times'.
Según el diario, los buzos llegaron al lugar en un submarino de clase Dolphin, armado con misiles nucleares, temiendo que les pudieran descubrir militares estadounidenses o británicos. Las 'piedras espías' fueron trasladadas a la costa por la noche en botes inflables con motores silenciosos. Antes de la operación, los israelíes podrían haber tomado muestras de rocas de la zona para hacer copias de mismo color y tamaño.
Anteriormente, la televisión estatal de Siria había difundido imágenes en las que se observaban los objetos camuflados hallados en la costa por pescadores locales: cámaras con antenas satelitales instaladas en varias piedras, así como cables y baterías, entre otros accesorios.