De acuerdo con la agencia, la medida supone el reinicio de todas las actividades en la central nuclear de Yongbyon, la principal instalación nuclear de tipo bélico de Corea del Norte. Incluiría la planta de enriquecimiento de uranio y un reactor moderado por grafito de cinco megavatios que habían suspendido su actividad y se encontraban desactivados tras un acuerdo firmado en unas negociaciones a seis bandas celebradas el 3 de octubre de 2007. Tras dicho pacto, Corea del Norte se comprometió a desmantelar sus instalaciones nucleares y presentar un inventario de sus programas atómicos a cambio de compensaciones económicas y políticas.
El Gobierno de Kim Jong-un aclaró que todas las instalaciones se utilizarán tanto para fines civiles como militares.
Asimismo, la agencia informó que estas operaciones se llevarán a cabo sin demora.
El sábado pasado Pyongyang anunció que las dos Coreas se encontraban en “estado de guerra”, respondiendo así a lo que considera provocaciones constantes por parte de Seúl y Washington. Asimismo, apeló a "una batalla final a vida o muerte" para poner fin a "la historia de un largo enfrentamiento con EE.UU. y dar comienzo a una nueva era".
La tensión en la península coreana, que aumentó tras la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de nuevas sanciones contra Corea del Norte en respuesta a su tercera prueba nuclear, se agudizó aún más después de que se conociera que Corea del Sur y EE.UU. utilizan bombarderos estratégicos B-52 y submarinos nucleares en las maniobras militares conjuntas que realizan en la región. Pyongyang calificó este hecho de "provocación imperdonable" y anunció que las acciones de EE.UU. y Corea del Sur han conducido al "riesgo de guerra nuclear en la península coreana".