"El gran líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha dado una orden secreta a las tropas que están en primera línea de que bajo ninguna circunstancia sean las primeras en abrir fuego, para no dar a Corea del Sur y EE.UU. una excusa para asestar un golpe de respuesta", informó un canal televisivo de la ciudad china de Shanghái.
Antes se había informado de que el líder norcoreano había realizado una serie de visitas a las tropas que se encuentran en la frontera con el Sur.
Por su parte, la presidenta surcoreana, Park Geun-hye señaló que para su país es importante lograr el cese de provocaciones de Corea del Norte a través de la contención diplomática y militar.
"Pese a que deberíamos lanzar un ataque de respuesta a las provocaciones de Corea del Norte, es de igual importancia para nosotros, mediante duros pasos diplomáticos y disuasión militar, lograr que [el Norte] se abstenga de lanzar provocaciones", dijo la presidenta e hija del ex dictador surcoreano -el general Park Chung Hee-, citada por la agencia rusa Interfax.
La presidenta hizo hincapié en que la respuesta a los actos de provocación de Corea del Norte será dura y se asestará "por medios militares sin ningún tipo de razonamientos políticos".
Como medida de presión sobre Corea del Norte, EE.UU. había estacionado frente a la costa surcoreana el destructor Fitzgerald, dotado de sistema antiaéreo y antimisiles Aegis. Al cabo de poco tiempo a la misma zona fue enviado otro destructor antimisiles estadounidense, el McCain.
Según un portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, los Estados Unidos no notan ningún cambio en las acciones de las tropas norcoreanas a pesar del recrudecimiento de la retórica belicosa oficial de Pyongyang. "Pese a la dura retórica que escuchamos de Pyongyang, no vemos cambios en la actuación de las fuerzas armadas de Corea del Norte, tales como la movilización a gran escala o el despliegue de fuerzas", dijo.
El 30 de marzo del año en curso Pyongyang anunció su salida del acuerdo de armisticio de 1953 con Corea del Sur y Estados Unidos y el regreso al "estado de guerra". Acto seguido Corea del Norte comunicó que había "reiniciado todas las operaciones en las instalaciones nucleares de Yongbyon, incluyendo las de la planta de enriquecimiento de uranio".