El máximo responsable de la ONU realizó estas declaraciones en una rueda de prensa en Andorra, donde se encuentra de visita oficial.
“Las amenazas nucleares no son un juego”, señaló Ban Ki-moon, quien agregó que “la retórica agresiva y las posturas militaristas solo contribuyen a causar respuestas similares en contra y a alimentar el miedo y la inestabilidad”. En su opinión, la situación actual, agravada por la falta de comunicación, podría llevar a “un camino por el que nadie quiere seguir”.
Durante su intervención subrayó que la negociación era la única vía de resolver el problema.
“Estoy convencido de que nadie pretende atacar Corea del Norte por desacuerdos sobre su sistema político o su política exterior”, declaró. “No obstante, mi temor es que alguien responda firmemente a las provocaciones militares directas”, concluyó.
Anteriormente EE.UU. había estacionado frente a la costa surcoreana el destructor Fitzgerald, dotado de sistema antiaéreo y antimisiles Aegis. Al cabo de poco tiempo a la misma zona fue enviado otro destructor antimisiles estadounidense, el McCain.
El 30 de marzo del año en curso Pyongyang anunció su salida del acuerdo de armisticio de 1953 con Corea del Sur y EE.UU. y el regreso al "estado de guerra". Acto seguido Corea del Norte comunicó que había "reiniciado todas las operaciones en las instalaciones nucleares de Yongbyon, incluyendo las de la planta de enriquecimiento de uranio".