Algunos medios aseguran que los lanzamientos se han producido en protesta contra un nuevo caso de muerte de un recluso árabe en tratamiento por cáncer en Israel. El ataque no ha causado “destrucciones ni heridos”, precisó en su cuenta de Twitter Leibovich, portavoz de la Defensa israelí.
La muerte de un recluso enfermo de cáncer, de la que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) responsabilizó a Israel, ha provocado fuertes protestas entre otros presos. Para terminar con estos disturbios los agentes israelíes emplearon gases lacrimógenos.
Los disturbios fueron especialmente virulentos en la cárcel de Ramón, donde el preso fallecido, Maysara Abu Hamdiye, de 64, pasó varios años. El pasado 30 de marzo, el hombre, que padecía cáncer de garganta, fue trasladado al centro penitenciario de Seroka, más cercano al hospital de Bersheva (en el desierto del Negev), donde recibía atención médica.
El ministro palestino de Asuntos de Prisioneros, Isa Qaraqe, denunció que el cáncer de Hamdiye se extendió "por no recibir atención médica a tiempo".
A finales de febrero de 2013 unos 4.500 presos palestinos en cárceles de todo Israel participaron en una huelga de hambre en protesta por el fallecimiento de otro recluso, Arafat Yaradat, en la cárcel israelí de Meguido. Aunque fue declarado que su muerte la provocó un ataque cardíaco, la Organización para la Liberación de Palestina sostiene que el hombre, de 30 años de edad, falleció por torturas.