El ministro Kim Kwan-jin hizo estas declaraciones después de que Pyongyang informase a Seúl de que prohibía el acceso de los trabajadores surcoreanos al complejo industrial de Kaesong, ubicado al norte de la frontera que divide las dos Coreas y administrado de forma conjunta. A pesar de la escalada de tensión en la península coreana, hasta el momento se había mantenido un acceso continuo y sin restricciones al complejo industrial intercoreano.
Actualmente más de 800 surcoreanos permanecen en el complejo industrial de Kaesong.
A pesar de la escalada de tensión en la península coreana, hasta el momento se había mantenido un acceso continuo y sin restricciones a este complejo industrial intercoreano.
Sin embargo, recientemente Pyongyang anunció que si Seúl seguía "agrediendo su soberanía”, interrumpiría el tráfico de bienes y personas hacia el complejo, un proyecto gestionado por ambos países desde el 2003, en el que un centenar de empresas surcoreanas emplean a unos 40.000 obreros norcoreanos y a otros 1.000 de nacionalidad surcoreana.