El representante de Rusia ante la ONU, Vitaly Churtkin, afirmó que “al texto le falta exactitud y, por lo tanto puede ser usado con fines políticos”.
Asimismo, países como Bolivia, Cuba o Venezuela optaron por la abstención, al considerar que el tratado “privilegia” a los países exportadores y es susceptible de ser “manipulado políticamente”. Además, “no incluye una mención expresa a la prohibición de transferir armas a grupos armados no estatales”, según manifestaron sus representantes.
El tratado le está haciendo el juego a EE.UU, primer exportador mundial de armas, pues beneficiará a su inmensa industria armamentística"De la misma manera, analistas internacionales señalan que este tratado no logrará frenar un negocio que mueve 70.000 millones de dólares al año.
En declaraciones a RT el periodista José Escobar señaló: “El punto clave puede ser que EE.UU. votara a favor mientras que Rusia y China se abstuvieron. El tratado le está haciendo el juego a EE.UU, primer exportador mundial de armas, pues beneficiará a su inmensa industria armamentística. Así que para Norteamérica esto es solo un gran negocio”.
Tras siete años de duras negociaciones, la Asamblea General de la ONU aprobó el Tratado sobre Armas Convencionales por una mayoría de 154 votos a favor, tres en contra y 23 abstenciones.
El acuerdo, que deberá ser ahora ratificado por los Estados firmantes, estipula que los países que lo ratifiquen tienen prohibido transferir armas convencionales si con ello violan los embargos de armas o si promueven actos de genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra.