Según esa fuente, la medida está relacionada con la preocupación de los generales chinos por la seguridad de las instalaciones nucleares de Corea del Norte y por la posible llegada masiva de refugiados coreanos a China a través de la frontera entre los dos países.
Los planes de contingencia incluirían el envío de fuerzas a Corea del Norte si estalla un conflicto militar para proteger las instalaciones nucleares y evitar un desastre.
El canciller australiano Bob Carr ha declarado al respecto que hará un llamamiento personal a China para que persuada a Corea del Norte a disminuir su retórica belicosa.
Por su parte, la primera ministra australiana Julia Gillard ha expresado este jueves su solidaridad con Seúl en una conversación telefónica con la presidenta Park Geun-hye, prometiendo que Australia seguirá presionando a Pyongyang para que cambie su postura y entable un diálogo con su vecino del sur.
Hace unos días se conoció que el Ejército Popular de Liberación (EPL) ha aumentado su presencia en la parte nororiental desde mediados de marzo pasado, una movilización que incluye el desplazamiento de tropas, blindados y aviones de combate.