"Corea del Norte lanzará un ataque, pero no será nuclear", destaca Sue Mi Terry, profesora de la Universidad de Columbia, que fue analista de la CIA en asuntos de Corea del Norte entre 2001 y 2008.
Terry cree que el ataque será "astuto, creativo y difícil de atribuir con total seguridad a Corea del Norte, con lo que Pyongyang evitaría la condena internacional y represalias inmediatas por parte de Washington o Seúl". "Pyongyang realizará un ataque relativamente débil que no va a dejar muchas víctimas", agrega la analista.
Sin embrago, Terry afirma que, en los últimos años, Corea del Norte se ha mostrado dispuesta a acompañar su retórica con violencia real. En marzo de 2010, por ejemplo, hundió la corbeta surcoreana Cheonan, dejando a 46 marineros muertos. El pasado noviembre, Pyongyang atacó la isla de Yeonpyeong durante la realización de ejercicios militares conjuntos de EE.UU. y Corea del Sur. Y ahora se prepara para el lanzamiento de dos misiles Musudan de medio y medio-largo alcance.
"Es probable que Corea del Norte lleve a cabo una acción parecida al ataque al barco Cheonan, ya que de esta manera disminuirá la posibilidad de un ataque definido de represalia por parte de su vecino del sur", considera Terry.
Terry subraya que Washington, por su parte, "tampoco va a realizar ninguna acción significativa contra el Norte", aunque recientemente envió bombarderos, aviones de combate y destructores hacia la península coreana ante la escalada de la tensión en la región.
El pasado 30 de marzo Pyongyang anunció su salida del acuerdo de armisticio de 1953 con Corea del Sur y EE.UU. y el regreso al 'estado de guerra'.