El vídeo en cuestión fue filtrado a WikiLeaks en 2010 por Bradley Manning, quien actualmente cumple condena en prisión por estos hechos. WikiLeaks lo difundió el 5 de abril de 2010, cuestionando la versión oficial sobre cómo el Ejército de EE.UU. abrió fuego contra la población civil en Irak.
"Los helicópteros estaban a aproximadamente a una milla y media de distancia y enfocaron de cerca a estos muchachos", recordó McCord en RT.
El día que se produjo este ataque McCord estaba patrullando una zona de Bagdad con el batallón número 216. De repente, oyó los disparos de las tropas estadounidenses.
“Uno de los hombres estaba decapitado, la parte superior de su cabeza estaba completamente abierta y su cerebro estaba por el suelo y el olor... ese olor todavía me persigue cada día. No sé cómo describirlo", dijo el veterano de guerra.
Al acercarse a una camioneta a la que también habían alcanzado los disparos aéreos, McCord oyó el grito de una niña. Después de llevarla a un edificio cercano donde se encontraba el personal sanitario, salió de nuevo y encontró a otro pequeño que parecía haber muerto.
A pesar de las heridas, los niños sobrevivieron, pero una parte de McCord cambió para siempre.
"No podía parar de llorar", dijo recordando ese trágico día.
Las secuelas son innumerables. McCord comenzó a beber e intentó acabar con su vida en varias ocasiones. Y el suyo no es un caso aislado. De hecho, ocho de sus compañeros se quitaron la vida tras la guerra y al igual que él, decenas de miles de veteranos estadounidenses padecen trastorno por estrés postraumático.
"Sé que nunca jamás mejoraré", lamentó. "Nunca voy a superar esto".