"El Ministerio de Salud está siguiendo los datos publicados en todo el mundo y está en contacto con las autoridades pertinentes", dijo la directora de la división ministerial de Epidemiología, Emilia Anis. "Hasta ahora, no ha habido casos confirmados de la enfermedad fuera de China".
Después de visitar este país asiático, los israelíes con síntomas de enfermedad respiratoria aguda y grave serán tratados como sospechosos y hospitalizados en aislamiento en habitaciones individuales. Los enfermos serán atendidos por médicos con gafas protectoras y mascarillas.
Si un paciente es diagnosticado como portador del virus mortífero, sus parientes se someterán a seguimiento médico durante 10 días para determinar si han sido infectados con el H7N9.
Fuentes del Ministerio de Salud destacan que en la actualidad no hay ninguna recomendación de no viajar a China. Sin embargo, aconsejan a quienes visiten ese país mantener una higiene estricta, lavarse las manos con agua y jabón o con un desinfectante después de ir al baño, tocar alimentos o entrar en contacto con un animal o una persona enferma. Los visitantes también deben evitar el contacto con aves vivas o muertas o excremento de aves de corral en los mercados y sólo deben comer huevos u otros productos de aves de corral cocidos.
En vista del creciente número de incidentes, la Organización Mundial de la Salud ha emitido instrucciones a los países de todo el mundo para tomar las precauciones necesarias para evitar la propagación del virus. Al mismo tiempo, Estados Unidos ya está trabajando en la elaboración de una vacuna.